lunes, 11 de julio de 2011

Panorama elecciones porteñas 2011


"Los pingos se ven en la cancha" y así fue. Atrás quedaron encuestas, numeraciones, prediccions periodísticas y toda clase de futurología barata. Los números hablan por sí solos. El Jefe de Gobierno, Mauricio Macri, parece encaminarse inevitablemente hacia una reelección con su holgado 46,6%; mientras que el senador kirchnerista Daniel Filmus, a pesar de haber hecho una elección récord para su partido en un distrito que le es esquivo (27,7%), parece estar condenado a perder contra el mismo contrincante que en 2007. Pino Solanas, por su parte, con un 12,8% cerró una eleccion pobre para su Proyecto Sur ya que pudo cosechar nada más que la mitad de los votos obtenidos en las legislativas de 2009. Y Por último las restantes ocho fuerzas mermaron en la cantidad de votos.

Que gane Macri no es sorpresa. En un distrito hermético hacia el peronismo, en la mayoría de las veces gana la centro derecha. Con una campaña publicitaria mucho mayor en calidad y cantidad que sus contrincantes, el PRO va por su reelección en la Ciudad, que supo mimarlo siempre, si consideramos que ganó tres elecciones y solamente perdió en el ballotage de 2003 contra Aníbal Ibarra.

El otro candidato que va a la segunda vuelta, Filmus, deberá remontar una diferencia de 21 puntos. La política es impredecible pero es un cantidad de votos muy grande como para descontar hasta el 31 de julio, aunque, como dicen, la esperanza es lo último que se pierde. Si bien fue una buena elección en términos numéricos para el Frente Para la Victoria ya que superó su techo de votantes, la falencia en la campaña del senador fue no capitalizar los votos de la presidenta hacia su espacio, considerando que Cristina Fernández es la que tiene mayor intención de voto en la Ciudad hoy en día.

Si bien el electorado capitalino es volátil y esquivo a toda predicción, hubo dos factores que primaron para coronar la victoria del PRO. Primero, ante tiempos de estabilidad económica suelen ganar los oficialismos -en 7 de 8 elecciones en el año ya ocurrió esto-. Es decir, que Macri haya ganado muestra a las claras un consevadurismo no ideológico, sino pragmático. Si el bolsillo anda bien, no hay motivos de cambio.

El segundo motivo es que el actual jefe de Gobierno supo capturar el voto antiperonista - y por lo tanto antikirchnerista- de la Capital. La Capital es gorila, dirían los acérrimos defensores del General. Y suele ser así. Los porteños históricamente se han rehusado a votar a fracciones que vengan del justicialismo. Caso contrario el de la Provincia, donde mayoritariamente ganó el Partido Justicialista.

Lo cierto es que Macri ganó muy parejo en todas las comunas, inclusive en la pobre Zona Sur que su gobierno mantiene olvidada. Por lo tanto hay mucha tela para cortar, pero hay dos preguntas claves para la reflexión futura: ¿Podrá seguir 4 años más la rivalidad Nación-Ciudad, que tan inepta e incapaz se mostró hasta ahora para resolver problemas en conjunto?. Con la victoria de Macri, ¿se comienza a enderezar una oposición realmente importante para el kirchnerismo para las presidenciales?

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