Los medios y Malvinas
El debate actual por el rol de los medios permite ver
también en retrospectiva cómo estos operaban hace muchos años. Un caso emblema
de su funcionamiento se dio en la guerra de Malvinas, en 1982, donde gran parte
de los programas de tv, diarios y radios hicieron su movida para legitimar el
conflicto y mostrarlo como una causa popular, en vez de como un manotazo de
ahogado de la saliente dictadura de Leopoldo Galtieri.
Si bien gran parte de los medios de comunicación en la
Argentina habían sido intervenidos desde 1976 y, consecuentemente, no podían
ser críticos debido a los censores de la dictadura, muchos otros aprovecharon
su alianza ideológica con la Junta Militar para hacer negocios y, de paso,
ayudar a que el gobierno de facto continúe.
La guerra de Malvinas, iniciada el 2 de abril, fue una de
las oportunidades para que diarios como Clarín y La Nación, o revistas como
Gente, se muestren, una vez más, a favor de las acciones de los militares. La
generación de un clima de falso patriotismo, de triunfalismo y de exaltación a
la figura de Galtieri fueron las claves para la legitimación del conflicto
armado.
Clarín titulaba el 3 de abril “Euforia popular por la
recuperación de las Malvinas”, con una foto del presidente de facto saludando a
la multitud, como si fuera un gran líder popular. Ya durante el conflicto Gente
ponía en tapa: “Estamos ganando”. E ilustraba con una foto de soldados
argentinos disparando.
Así como los medios vanagloriaban al ejército argentino, en
una maniobra por exaltar a la dictadura,
se encargaron de minimizar a la gran potencia imperial que seguía siendo
Inglaterra. En tantísimos titulares, a los ingleses se los llamaba “piratas” o
“imperio decadente”. Se le restaba importancia y seriedad al terrible hecho que
era enfrentarse a uno de los países con más poder militar en el mundo.
Las voces díscolas eran acalladas mediática y socialmente.
El clima general construido por los medios, que igualó al conflicto armado con
el patriotismo, hizo que los discursos opositores sean rápidamente desestimados
por “antipatrias”. Si la televisión, la radio y los diarios mostraban a la
guerra como una causa popular, estar en contra del enfrentamiento era salirse
de los parámetros de la sociedad, de la aceptación del otro.
Una vez confirmada la derrota argentina, los informativos
se encargaron de redirigir el tema. Las tapas de los diarios se llenaban con
informaciones de fútbol o, si se nombraba algo de los militares, era acerca de
cómo dirimían la selección de un nuevo sucesor. Para nombrar a los ex
combatientes, “los chicos”, se los victimizaba o bien se los llamaba “soldados
argentinos”, sin nunca hacer alusión a sus historias personales vividas en las
Islas. Al poco tiempo, ya no se habló más de ellos. Pasaron a ser
invisibilizados sistemáticamente, como si hubieran sido culpables por no vencer
a Inglaterra.
Los medios de comunicación jugaron un papel muy importante
durante todo lo relacionado a Malvinas. La generación de un clima previo, la
exaltación de la figura de los militares, la legitimación de conflicto y la
invisibilización y culpabilidad de los soldados fueron las marcas que dejaron.
Seguramente, la causa Malvinas y la injusta guerra hubieran sido de otra
manera, hubieran impactado de otro modo en la sociedad, de no ser que muchos de
los grandes medios estaban en connivencia con el gobierno de facto.