martes, 6 de diciembre de 2011

“El tango es mi vida misma”

Entrevista a el mítico bandoneonista, Leopoldo Federico

El director y compositor de 84 años, que acaba de ganar en los Premios Gardel el mejor álbum de tango con Raras Partituras 6,  recuerda su infancia cuando su tío lo inició en el ritmo del dos por cuatro haciéndole escuchar orquestas por la radio.  A pesar de que su talento lo llevó  a tocar con grandes como Astor Piazzolla  y Julio Sosa y a girar por todo el mundo,  reconoce que tuvo “suerte”.  Hoy, casi retirado de los escenarios por problemas de salud, se repliega en su casa de Ramos Mejía y  sólo toca  el bandoneón para actos especiales.
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En chinelas, con una camisa abierta por el calor y sus anteojos de siempre, se sienta en un sillón de madera. En las repisas los premios desbordan, y son muchas las fotos con sus amigos del ambiente, aunque no más que las fotos con sus nietos y bisnietos. Él es la historia viva del tango, participe de una elite a la que muy pocos artistas han podido llegar. Es testigo de lo viejo y de la vanguardia,  y su trayectoria sintetiza casi todas las corrientes tradicionales y evolucionistas.  Pero sobre todo por su virtuosismo al  interpretar el bandoneón, desgarrándose los dedos en cada nota,  Leopoldo Federico es uno de los músicos emblemáticos que ha dejado el dos por cuatro en Argentina.  Y no duda al afirmar: “El tango es mi vida misma”.

En aquella Buenos Aires nostálgica de  mediados de los años ´30, en el barrio de Once, Federico comenzaba su primer contacto con quien sería compañero de vida: el bandoneón. Su tío, que vivía en su casa,  sin darse cuenta fue quien lo introdujo por primera vez en la música rioplatense cuando ambos se sentaban a escuchar radio El Mundo o Belgrano. “Él me hablaba de orquestas, y  yo ni idea de nada, ni se me había cruzado por la cabeza, tenía 10 años”, recuerda Leopoldo. Mientras los días iban pasando, aquellas melodías no podían borrase de la mente del joven e iba cada vez más reconociendo los estilos de cada banda  y al mismo tiempo era capaz de identificar  la “personalidad que le daban los bandoneones”. No pasó mucho tiempo hasta que comenzara a tomar clases de música con un profesor de barrio, amigo de su padre. “Empecé con el solfeo y después me compraron el bandoneón. Así como me metí en el juego de las orquestas me empecé a entusiasmar con el instrumento”, rememora. Su tío fue de vital importancia para sus inicios: “No sé si estudié bandoneón porque me atrapó o para darle el gusto a él”, confiesa entre risas mientras toma un sorbo de agua.

Leopoldo recuerda aquellos tiempos con nostalgia cuando con tan sólo 17 años –y  le decían “gordo” o “pibe”-, comenzó su carrera profesional,  favorecido por una época donde toda la sociedad respiraba tango.  En la calle Corrientes, desde Callao hasta el Bajo,  las confiterías se llenaban de gente en busca de milongas. “Era difícil pensar que en un fin de semana no habría algún baile en algún lugar de Buenos aires”, cuenta con alegría. De sus comienzos tocando en cabarets –a los cuales podía entrar porque era robusto, ya que no se permitían menores- pasó en su vertiginosa carrera a tocar con maestros como Alfredo Gobbi, Victor D’Amario y Osmar Maderna. También integro después las orquestas de Mariano Mores, Hector Stamponi, Carlos Di Sarli, Lucio Demare,  Horacio Salgan y Atilio Stampone. “Me fui haciendo de a poco, cambie muy seguido de orquesta y de todas aprendí algo”, recuerda y humilde afirma: “Tuve suerte”.

Con menos de 30 años, en 1955,  Leopoldo es convocado por Astor Piazzolla para reemplazar a Roberto Pansera en uno de los conjuntos más revolucionarios de la historia del tango: el Octeto Buenos Aires.  Uno de sus sueños se había hecho realidad, ya que para él  el mejor bandoneonista era Piazzolla. “El sumo intérprete”  como lo define. Luego, ya con su propia orquesta acompañaría a Julio Sosa, hasta su muerte en 1964, y alcanzaría la fama y el reconocimiento a gran escala. “Después de Julio sosa ya tomé un vuelo grande”, reconoce. Fue en aquella época dorada del tango cuando con su orquesta viajó a todas partes del mundo.

Cuando Federico se pone nostálgico mira al techo. Se nota que extraña ese pasado lejano en el tiempo, pero que mantiene muy cercano en su memoria. No teme en aseverar que “lo de antes fue mejor” y se pone a pensar. Tantos recuerdos llegan a su mente que tarda en poder describir con palabras lo que significó en su vida aquellas décadas del 40 hasta el 70 donde Buenos Aires vivía y sentía el tango,  alejada de toda moda extranjera. Recuerda con alegría aquellos tiempos donde el único sonido que se escuchaba en las noches porteñas era el de los fuelles abriéndose en manos de los maestros. “Tengo todo como un recuerdo, como el más lindo,  pero eso no va a volver más”, se lamenta y confiesa con voz inocente: “Extraño cuando la gente silbaba los tangos en la calle”.

-¿Qué significa el tango para usted, y en especial el bandoneón?
-El tango es mi vida misma, no encuentro palabras para definirlo. Es amor, es expresión. Las letras son poemas, hablan de una verdad de la época.  Y el bandoneón es una extensión del alma, de mi corazón y la verdad es que tengo suerte de vivir de la música y que me guste lo que hago.

Si algo distinguió la carrera de Federico fue su ímpetu a la hora de tocar. “Las notas están escritas, pero hay que interpretarlas con sentimiento”, afirma y reconoce que no sólo alcanza con ejecutar el instrumento ya que “la técnica es muy mecánica, los concertistas son unas máquinas de hacer notas”,  sino que a él lo deslumbran los que tocan con emoción. “Hay cosas en el tango que no están escritas y que no se dicen,  que se van cambiando en los ensayos, y como la mayoría somos desprolijos no lo corregimos. Ahí está la interpretación“. Aunque Leopoldo se caracterizó como artista por conjugar el virtuosismo y la pasión,  si tiene que definir su estilo se niega a hablar de sí mismo y prefiere nombrar a Pedro Laurenz o a Pedro Maffia como dos tangueros referentes que tenían ambas aptitudes.

A sus 84 años se mantiene enérgico -acaba de ganar como mejor álbum orquesta de tango en los premios Gardel- y continúa yendo todos los días a la Asociación Argentina de Intérpretes, la cual preside. A las 10 de la mañana sale de su casa de Ramos Mejía y maneja escuchando tango hacia Capital Federal para atender a los socios, firmar cheques y reunirse con el Consejo General de la entidad. También, de vez en cuando,  lo van a visitar sus amigos del ámbito musical. Aunque reconoce que tiene problemas de salud que lo afligen, asegura que se mantendrá activo. “No quiero entregarme, de acá –se señala la cabeza y las manos-, funciono”. Aún así, tampoco se priva de descansar. “La verdad es que estoy un poco cansado. Si veo que esta todo tranquilo, me vengo temprano para mi casa”. Allí recibe esporádicas visitas de sus nietos más chicos y de sus tres bisnietos. Su hijo Daniel va frecuentemente  a tomar mates con él,  o a mirar los partidos de Racing.

Aunque sea difícil de creer, en la cotidianeidad de Leopoldo el bandoneón queda abandonado, mientras realiza sus obligaciones. “Tengo la muy mala costumbre de no tocar, soy un vago. Cuando estudié fui un enfermo del instrumento, me quedaba horas y horas”. Los problemas físicos son el principal impedimento para hacer lo que quiere, pero cuando se junta con su viejo compañero para tocar en diferentes actos se lo ve vital, el instrumento todavía lo atrapa, lo conmueve y por sobre todas las cosas, le da placer. “A pesar de los dolores agudos cuando estoy en el escenario tocando se me borra todo de la mente, me concentro tanto con lo que hay que tocar que dejo todo de lado, no me importa si después me duele”, cuenta.

-¿Cómo ve el futuro del tango? ¿Puede continuar con algunos cambios?
- Lo de antes fue mejor, como fuente de trabajo. Igualmente  hay muchos chicos buenos ahora, yo no creí que los pibes se animaran a hacer orquestas grandes. Igual la mayoría dejan mucho que desear, pero a mí también me pasó. El derecho de piso hay que pagarlo. Pero el problema es que por la  mala situación de la industria de la música los artistas de hoy se regalan económicamente. Si las cosas de  entonces, cuando yo tocaba,  hubieran estado tan complicadas como ahora yo no habría podido vivir del bandoneón. En cuanto a otras vertientes como el tango electrónico  para mí eso es una basura, no me dice nada, no hay melodía. No es un ritmo de tango.

Federico es sinónimo  de tango, de sus mejores y más logrados intérpretes, considerado desde hace tiempo como uno de los grandes maestros de la historia. No sólo mantiene viva la llama del baile de cortes y quebradas sino que la conserva en alto, él es la fuente para que el género no entre decadencia, dejando, aún hoy a sus 84 años,  muestras de su  talento inagotable en cada escenario al que se suba. Tocó con músicos de la talla de Salgán, Piazzolla y Pugliese,  y  ha dejado más de 50 composiciones, donde se encuentran obras tales como “Bandola zurdo, “Capricho otoñal” ,“Pájaro cantor”, “Milonguero de Hoy”, “Almada de Tango”, “Siempre Buenos Aires”, entre otras. Ha hecho giras por todo el mundo, desde Francia y Finlandia, hasta Chile y Colombia.  Pero más allá de todos sus logros y méritos, en el living de su casa  se muestra tal como es: un abuelo que, con sus chinelas y ropa cómoda, disfruta de su tiempo en familia. 

sábado, 3 de diciembre de 2011

“La función del arte es educar la intuición”

Entrevista a Daniel Zimmermann, artista plástico.

El pintor, dibujante y escultor humanista asegura que la actividad artística debe ser capaz de mostrar las imágenes que no se ven, lo que no es advertido. Aunque  sus trabajos busquen el sentido abstracto y simbólico devenido de los sueños, fue él quien confeccionó la estatua de  “Mostaza” Merlo en 2001, cuando Racing salió campeón luego de 35 años.
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Daniel Zimmermann es un tipo tranquilo y que además contagia esa calma. Su apariencia, alto y con anteojos de moda en la década  del ´90, hace suponer que su vida está ligada al arte o a alguna actividad intelectual. Antes de comenzar a hablar prepara un café, casi como una necesidad para poder  charlar. Vive en un departamento  en el barrio porteño de La Paternal, bastión del equipo de fútbol Argentinos Juniors y lugar donde haría sus primeros acordes  el guitarrista Norberto “Pappo” Napolitano. Mientras hierve el agua en un jarrito, balbucea algunos comentarios acerca del calor y de alguna noticia del día. Aunque estudió en la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano y también en La Quiaca y en Europa, se define como “autodidacta”. Como artista plástico, reconfigura su  paciente personalidad: allí es sagaz, obstinado, esforzado, trabajador.  Modela, pinta y dibuja, y siempre realiza una ardua labor para llegar al producto final. “Yo no le hago asco a nada, esa es la verdad”, bromea.
“Que la inspiración te agarre trabajando es fundamental”
En una interpretación vaga y primaria acerca del arte se tiende a pensar que es una actividad ociosa, más recreativa, que poco tiene que ver con sudar la gota gorda, y que, más bien, es un hecho que depende de la suerte de la inspiración del artista. Zimmermann se opone, en su modo pacífico, a esta concepción. “Que la inspiración te agarre trabajando es fundamental”, asegura, pero a la vez reconoce que primero “hay que tener una base, tener oficio” para que pueda ser aprovechada. Y bromea: “La manzana le cayó a Newton y no al que estaba al lado; la inspiración debe caer en un ´campo fértil´”.
Las catorce mudanzas antes de los cinco años de edad por el trabajo de su padre – que se encontraba en el Ejército- dejaron una huella de desarraigo en él. “No soy de ninguna parte”, confiesa. Nació de casualidad en San Luis,  pero ha vivido desde Tucumán hasta Esquel. Luego, en su juventud, cuando pudo decidir asentarse, optó por seguir viajando, ya como parte de su incursión en el Humanismo. Con el movimiento viajó por todas partes del mundo,  desde Europa hasta Bolivia, y todos esos recónditos lugares fueron influyendo en su trabajo, aunque  a la vez también le imposibilitaban su desarrollo pleno como artista, ya que no podía llevar consigo las esculturas en su vida nómada.
Cuando tiene que hablar de los motivos de sus realizaciones es tajante: “Mi obra parte desde mi hígado, desde mis vísceras pero también parten desde mis sueños”. En su manera de concebir el arte, los sueños juegan un rol fundamental como formadoras de concepciones ambiguas ante el ojo del espectador.  La ambigüedad es ese toque maestro de su obra. Zimmermann interpela, dice pero no dice, quiere trasmitir un mensaje. “No quiero ser literario, siempre quiero aludir, para favorecer la interpretación. Que haya un trasfondo más profundo, no tan periférico”.
“Mi obra parte desde mi hígado, desde mis vísceras pero también parte desde mis sueños”.
Aunque no piensa su obra hacia un destinatario tangible, a la vez reclama que el círculo se complete con la  interpretación de quien aprecie su trabajo. “Como premisa, yo no hago cosas que a mí no me conmuevan. También busco que al otro le conmueva algo, pero no sé ni quién es. No puedo pensar lo que pueda ver el otro porque no lo sé. Pero a la vez,  a mí me alimenta que después otro me diga cosas sobre mi obra”.
Si tiene que definir el arte se pone pensativo. Toma un sorbo largo de su café negro y mira sus cuadros. Cuando ya el silencio se torna incómodo escupe: “La función del arte es educar la intuición”. Reconoce que nunca se lo había planteado, que su trabajo se basa más en la experiencia y no tanto en la reflexión acerca de ella. En ese sentido,  plantea que “lo importante es la cosa expresiva, lo comunicante, sino no estás hablando de arte”. Y la abstracción continúa. Se ha despertado en él una serie de interrogantes que buscan su resolución. “Muchas de las cosas que nosotros hacemos dependen de las imágenes, de acuerdo a las imágenes que vamos teniendo y cómo las emplazamos internamente  determinan las respuestas que vamos dando al mundo”.  Para él debe ser el arte ese modo de operar que enseñe a mirar las cosas que no se ven, que no se tienen en cuenta,  y que cree sujetos “receptivos de lo no advertido”, lo que él llama la “ilusión negativa”.
A la vez que crecía en él el mundo artístico lo hacía también el mundo filosófico y político. Zimmermann fue uno de los primeros humanistas siloístas a fines de los años ´60. Silo, fundador del movimiento humanista,  quien además fue su amigo y su guía espiritual,  influenció mucho en su obra, pero sobre todo en su manera de ver el mundo. “Silo me modificó en un proyecto vital, en donde yo quería centrar mi vida, que no es poco. Centrar mi vida en un proyecto, en un sentido, en eso me cambió”, recuerda y se pone nostálgico. En la visión humanística se pone como centro al humano y ese fue su eje rector a la hora de realizar una obra. Aunque no fuera adrede, siempre en sus pinturas, esculturas o dibujos quedan vestigios de ese gran peso del Humanismo en su cosmovisión. “Lo que hace el movimiento humanista  es una apelación a la trascendencia, a lo inmanente. En mis obras quiero aludir a ese tipo de cosas”, asegura y remata: “Fue Silo quien me enseño a tener la libertad de no jugar con lo inmediato”.
Ser humanista le vale también ser muy crítico de formas actuales del arte y, al mismo tiempo, bregar, dentro de sus posibilidades, por la paz y la no violencia en sus trabajos. “Traducir imágenes  de no-violencia es más difícil que trasmitir imágenes de violencia, que tenemos un repertorio infinito. Tenemos todo un sistema trabajando para darte esas representaciones,  bombardeándote desde chiquito, además haciendo apología. Es brutal”. “La violencia es deshumanizante”, se queja.
Aunque se caracteriza por ser un artista plástico que trabaja con lo simbólico, con lo abstracto, Zimmermann también se ha dado el gusto de tener su cable a tierra. Fue él el responsable de confeccionar la estatua de “Mostaza” Merlo, cuando en 2001 el director técnico sacó campeón a Racing luego de 35 años. Aunque de fútbol sabe sólo que la pelota es redonda – tal como confiesa-, decidió embarcarse en esta aventura por el pedido de un amigo de una alumna suya. “Lo hice porque lo puedo hacer, no porque quiera dedicarme a eso”, se excusa, aunque reconoce que fue “una anécdota feliz”.” Me divertí mucho, lo hice con mucho gusto. Porque vi de donde venía eso, de la pasión,  de  ese sentimiento religioso primitivo, de ídolo, de algo profundo”.
Cuando su café se acaba la conversación entra en degradé. Era verdad que el café era su combustible para charlar, aunque habilidades para ello no le falten. También se pone pensativo -mientras mira su taza vacía y juega con la cuchara- cuando se le pregunta acerca de por qué hace arte. Aunque se nota que está revisando en su mente viejos recuerdos y anécdotas, no duda al responder: “Hago  arte porque algo me conmueve y porque tengo la aptitud y porque lo disfruto. Es una necesidad”.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Crisis alimentaria mundial: mejor no hablar de ciertas cosas

       Mientras muchos líderes mundiales –los que todavía no se fueron- aseguran que el ajuste es la única y gran salvación de los “mercados” – habría qué ver que son- y se ocupan solamente de la rama financiera de la crisis económica mundial, son pocas las voces que se alzan advirtiendo temas de fondo, más  graves y  crueles. La crisis alimentaria se agrava en el 2011 a causa de que bancos, fondos de inversión y brokers apuestan con los precios de los alimentos básicos en el sector financiero desregulado y producen  la suba del costo por tonelada. Agregado a esto, en los últimos años se ha comenzado a incitar el área de los biocombustibles, que ha iniciado una carrera entre los alimentos que son para consumo y los que son para experimentación.
       Mientras los dueños del capital especulan en la timba financiera y otros empresarios apuestan a los combustibles a base de oleaginosas, los que más sufren en esto son lo que menos tienen, los que ven vulnerado su derecho básico a comer a causa de la codicia de unos pocos. Mientras muchos medios de comunicación muestran cómo salvan a bancos quebrados, y cómo aplican ajustes en tal o cual país, nadie habla del efecto real de esta crisis estructural del capitalismo: hay gente que muere de hambre.
       La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) estimó que con 30.000 millones de dólares anuales se solucionaría el problema mundial de alimentos. Tal como se ve la decisión de acabar con el hambre en el mundo es política y ética más que económica. Pero, la mayoría de los Estados prefieren mirar hacia el costado, bregando más por los intereses de las grandes corporaciones multinacionales que por los de las personas hambrientas en el mundo. Está por ejemplo el caso de América, donde en el año pasado se produjo alimentos para 1.600 millones de personas pero la tasa de desnutrición infantil es del 16 % y el 50% de las madres que mueren anualmente por pobreza, lo hacen por desnutrición.  A nivel mundial, mueren 26 mil chicos por día por inanición. Tal como explica el Doctor en Economía, Bernardo Kliksberg, “el neoliberalismo no es sólo mala política económica: tiene una serie de implícitos que diseminados han permitido que tenga un sostén social.
       La crisis mundial de los alimentos básicos comenzó a tener su apogeo a mediados de 2008 cuando aumentaron su precio hasta tocar techos históricos. En la actualidad, los precios han vuelto a aumentar de manera exponencial. Entonces, hay que preguntarse por qué los líderes mundiales, a pesar de saber los imponderables de tres años atrás, dejaron que el sector financiero continúe desregulado.  El aumento de los precios de los alimentos ni siquiera obedece a causas técnicas o climáticas sino que responde profundamente a las políticas  de los modelos agroindustriales de producción y la desmaterialización del mercado alimentario.  Pero, sobre todo, hay un modelo productivo de alimentos basado en el petróleo y por tanto ligado al  precio del barril de crudo.
        La volatilidad de los precios alimentarios es una buena noticia para una pequeñísima élite, para  aquellos que especulan con ella y la provocan allí en la Bolsa de Chicago.  Es una mala noticia para todo el resto de la sociedad que debe hacerse cargo de los costos. Se calcula que la crisis de 2008 produjo un  incremento de las personas desnutridas en casi 100 millones.
        Como si la situación alimentaria no fuese lo suficientemente crítica, el relativo nuevo mercado de oleaginosas como fuente de energía amenaza con emporarla.  “Con el biocombustible se ha desatado una competencia feroz entre los estómagos de los podes y los motores de automóviles”, aseguró Kliksberg en una entrevista para Miradas Al Sur. En Estados Unidos, uno de los mayores productores de maíz en el mundo,  la tercera parte de ese cultivo  destinada para alimentos despareció del mercado y fue transferida al biodiesel. “No son circunstancias azarosas, ni casualidades, ni coyunturas. Son incentivos perversos que juegan en esa dirección”, remató el doctor en Economía.
        Ante esta crisis estructural del sistema capitalista como tal, las visiones acerca de una posible solución a corto plazo cada vez tienen menos adherentes. Mientras los gobiernos se manejan como títeres de las grandes empresas multinacionales, todo indica que la sentencia del periodista Ignacio Ramonet  en su editorial “Generación sin futuro”, tenía razón: “El mundo ha ido peor. Las esperanzas se han desvanecido. Las nuevas generaciones tendrán un nivel de vida inferior al de sus padres. El procesos globalizador neoliberal brutaliza a los pueblos, humilla a sus ciudadanos, despoja de futuro a los jóvenes”.

martes, 18 de octubre de 2011

La ambición y la ignorancia son las armas de destrucción masiva

  "La guerra es el arte de destruir hombres, la política es el arte de engañarlos", explicó el filósofo Jean Le Rond D´Alambert a mediados del siglo XVI. Todo un visionario, si se piensa como en la Guerra de Irak se cumplió a ultranza su premisa, tal como lo muestra el documental Control Room, del director egipcio Jehane Noujaim. Allí, en ese conflicto, no sólo hubo bombas cayendo y soldados enfrentándose entre sí, sino que hubo centenas de miles de civiles irakíes  que murieron por la voluntad intempestiva de los poderosos estadounidenses, guiados por la ambición y la ignorancia.
   
Realmente tenía razón el pensador 300 años antes, sin siquiera imaginar que este hecho ocurriría. En esta contienda se vio claramente como la ciencia y la tecnología se combinaron para destruir hombres. Se calcula que entre 150 mil y un millón de personas murieron. Pero no sólo se asesinaba, sino que a la vez el gobierno de George W. Bush engañaba. Vendió que la guerra era para "liberar al pueblo iraquí"  e instauró ese pensamiento en la sociedad norteamericana, única capaz de deslegitimar el conflicto. 
  
 Asimismo en su discurso del Comienzo de la Operación Libertad Iraquí, del 22 de marzo de 2003,  anunció que iban a "desarmar a Irak de armas de destrucción masiva, para terminar con el apoyo de Saddam Hussein al terrorismo", cuando hasta el día de hoy ese armamento no se ha encontrado en el país árabe. De igual modo,  Hussein  no tenía contacto con Al  Qaeda, tal como lo comprobó el FBI luego del interrogatorio a Tarik Asis, representante oficial iraquí en el extranjero y Ministro del Exteriores. Es más, el dictador  detestaba a Bin Laden y sus compañeros.
   
Más allá de los datos duros de la guerra, esta contienda fue el punto culmine de  la  opulencia  que Estados Unidos venía mostrando desde el fin de la Guerra Fría. El país americano  exhibió su poder al mundo -desatendiendo las órdenes del Consejo de Seguridad de la ONU- y  enseño que su ambición puede más que cualquier otra voluntad para ir en busca del único objetivo de la invasión: el  petróleo.
   
Estados Unidos tomó una causa justa- la libertad y la democracia- pero  con fines impuros. Hoy, ya anunciada la retirada final hasta diciembre, muchas voces dicen que dejarían 3 mil soldados. Aunque,  por las dudas, controlan todas las petroleras e  hicieron una embajada como un castillo.   A Irak,  su "liberación", le costó muchísimas vidas y es ahí lo deleznable del asunto.  Los "yankis", por su parte, hicieron algo muy difícil: convertir la vida de los iraquíes  más miserable que cuando estaba el dictador.

lunes, 17 de octubre de 2011

El Peronismo: ¿Todo o nada?

Hoy, 17 de octubre, todos los argentinos sabemos que ocurre: el día de la lealtad peronista. Pero, como tantas otras fechas, no sabemos bien qué es, por qué se festeja, quiénes la festejan. La razón de tal complicación es que no sabemos bien qué es el peronismo, no sabemos cuál es el exponente máximo de esa fuerza política, ni dónde está. Si dos personajes políticos antagónicos, con diferentes planes de gobierno, se autodenominan "peronistas" ¿a quién debemos creerle? Es un concepto tan amplio que a la vez que dice todo no dice nada. Todo puede ser peronista, y a la vez nada puede serlo. ¿Qué es lo único que sabemos del peronismo?  Que significa poder, que significa hoy en la argentina el medio por el cual obtener el poder. Significa ese cartel que varios políticos cuelgan en su frente para conseguir votos, usufructuando un imaginario colectivo instalado hace ya varias décadas que nadie sabe bien qué representa.

El peronismo se puede definir como contradicción, como conflicto, en la más filósofica de las acepciones. Es que es realmente un concepto tan ambigüo que puede tener dos vertientes tan disímiles en sus concepciones pero a la vez sentirse parte de un mismo ideario político. ¿Cómo puede ser que "la derecha" y "la izquierda" puedan convivir en un mismo partido? Muchos peronistas de distinto pelaje dirán: "Es un movimiento amplio", pero al ser un "movimiento" tan vasto pierde su real significado. Si quiere decir todo no quiere decir nada.

¿Cómo puede ser que el líder del partido, Juan Domingo Perón, haya integrado un golpe de estado en el ´43 y mantuviera ideas fascistas y, a la vez, haya hecho escuelas y hospitales como nunca en la historia? ¿Cómo puede ser que a la vez que cooptaba medios de comunicación mejoraba la situación de los trabajadores? Y así se suceden miles y miles de contradicciones dentro de un partido que la única idea base es "la justicia social", pero la realización varía según la conveniencia coyuntural, es decir, que  puede hacerlo desde  un gobierno autoritario, o uno democrático, o un gobierno de izquierda, o  uno de derecha, o uno populista, o uno neoliberal.

Podría escribir hojas y hojas de qué es y qué no es el peronismo y así lo han hecho muchísimo autores. Pero lo que quiero recalcar es cómo ciertos personajes políticos se aprovechan de aquella vana idea que tenemos todos en el  imaginario para usarla como si ellos fueran parte de ella. Quiero decir, todos tenemos instalados el mito de que "el peronismo es el único que puede gobernar", entonces muchos políticos aprovechan ese "saber" popular para ponerse el mote de peronistas y de ahí intentar ganar elecciones. Pero a la vez, esa concepción vaga que tenemos del justicialismo no quiere decir nada, no refiere a nada concreto, a nada palpable. O, si se quiere ser optimista, a todo.

sábado, 8 de octubre de 2011

La manzanita puso en evidencia la lógica

La muerte y  la posterior glorificación del CEO de Apple, Steve Jobs, puso otra vez en evidencia cómo ha sido trastocada la lógica con que los seres humanos nos pensamos a nosotros mismos. Deberia corregirme y decir: como ciertas personas crearon el sistema para que nos pensáramos así a nosotros mismos. Los valores, los ideales y el compromiso social han sido transformados, llevados a una banalización  que cada día crece  más, y que ya llega al punto de la sinrazón. Hemos burocratizado hasta las “revoluciones”.

Nadie niega que el creador del Ipod, Iphone y Ipad haya sido un gran tipo al cual hay que reconocerle su don de gente. Eso lo sabrán las personas que realmente lo conocen. Lo que hay que analizar detrás de toda esta parafernalia de la beatificación de un empresario  de informática es cómo se intenta glorificar su aporte a la sociedad. Yo creía que las personas que aportaban innovación tecnológica,  eran eso: innovadores, no mucho más. Pensaba que la cualidad de “genio” o “revolucionario” se les daba a los personajes más influyentes, a los que hicieron algo por cambiar el injusto mundo, o los que por lo menos, sin importarles el porvenir, lo intentaron. No, ahora una persona destacada es quien hace que un grupo selecto de personas pueda utilizar aparatos lindos y útiles para escuchar música, hablar por teléfono y navegar por internet.

El punto de la cuestión es que mientras Steve Jobs es venerado por miles tras su muerte, personas que realmente idearon cambios significativos en la sociedad, para hacerla más inclusiva e  igualitaria, son olvidados. Tendríamos que prenderle velas y hacer fuerza por aquellos que pidieron y siguen pidiendo democracia en el mundo, tendríamos que venerar a aquellos que han dado su vida por la paz, tendríamos que ponernos del lado de los que piden que las cosas cambien, que sean mejor.

La lógica del capitalismo posmoderno y la sociedad de consumo es ésta. Beatificar a un empresario que innovo en tecnología mientras miramos con miedo –y a veces con repudio- a jóvenes chilenos que piden educación pública, o a militantes árabes que piden que caigan las dictaduras,  o, inclusive, a campantes estadounidenses que piden que Wall Street acabe con sus maniobras perversas en la economía.

Las ideas se han erigido con una banalización cada vez más creciente –y no sin un propósito- por los líderes mundiales que manejan la economía y el sistema, al punto en que no podemos pensar otra que las estúpidas ideas que reproducen los medios de comunicación. Y esto no fue sin querer, todo estuvo pensando. Sería ingenuo creer que todos pensamos, vivimos y actuamos en una lógica que de casualidad ayuda a que las cosas se mantengan así de desiguales, donde la riqueza va para unos pocos y otros muchos son olvidados. No por nada sabemos más de Bill Gates o Steve Jobs, que de Mahatma Ghandi o Martin Luther King.

viernes, 7 de octubre de 2011

Los olvidados en el mundo

En un mundo tan cruel como el de hoy, ellos son la última prioridad, son los olvidados, son a quienes se les esquiva y se les corre la cara. Y, si se los mira, es una mirada de desaprobación y rechazo. Los refugiados ocupan ese lugar en el que nadie quiere estar.  Desterrados, se ven obligados a partir en busca de un destino muchas veces desconocido, hacia un nuevo país en el que la vida no promete nada bueno.


Aunque están protegidos por la Convención de 1951 de la ONU, los refugiados cada vez son más – hasta ahora 10,55 millones-  y en peores condiciones, azotados hoy por la dura crisis económica. “Tenemos que atender situaciones más complejas con pocos recursos”, asegura Juan Pablo Terminello, consultor del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Argentina.

La mayoría provienen de Afganistán e Irak, a causa de las guerras. Y hoy en día también se ve muy en aumento la cantidad de desterrados en el Norte de África, expulsados por las revoluciones de la “Primavera Árabe”. Asimismo, el cambio climático y los desastres naturales ya hicieron movilizar a 43 millones de personas, que se encuentran desprotegidas ya que estas causas no entran en la condición de “refugiado” para la ONU.


El rol central en este problema lo llevan los Estados, aunque algunos han decidido darle la espalda a la situación.  El presidente  francés, Nicolás Sarkozy, no permitió el acceso de refugiados libios a su país. Luego, impidió que un tren proveniente de Italia con exiliados de Túnez  llegara a París, alegando que habría problemas “de orden público”. Inclusive, Berlusconi, mandatario de Italia, bromeó acerca del  tema: “He comprado barcos pesqueros para que no puedan ser utilizados para el éxodo de tunecinos”.  En España, de las 8 mil personas que solicitaron el derecho de asilo el año pasado fueron rechazadas casi 6.800, según datos del ACNUR. Sin embargo, paradojalmente,  cuatro de cada cinco refugiados vive en países en vías de desarrollo.
“Las políticas restrictivas son una contradicción en la cultura global”, asegura la socióloga especialista en migraciones, Gladys Baer, y explica que esos estados europeos “sienten a los migrantes como una amenaza para sus propias sociedades y así aplican estas medidas”. Para Terminello, estos gobiernos “tienen que relajar y permitir el ingreso”. María Susana Guasti, Coordinadora General  de la SENNAF, del Ministerio de Desarrollo Social, es aún más enérgica: “Son políticas discriminatorias, son terribles”. En cambio, Valeria Allo, jefa del Área de Capacitación y oficial de Elegibilidad de la Comisión Nacional de Refugiados,  relativiza el tema y asegura que estas administraciones “sólo tienen intereses nacionales distintos, objetivos distintos”.

Además de soportar la indiferencia de los Estados, los expatriados muchas veces deben lidiar con el repudio de la gente. “En las etapas de crisis y recesión económica en la sociedad suele aflorar el rechazo”, afirma Baer. Allo, por su parte, advierte que las acciones discriminatorias “son posiciones que tienen base en la desinformación, en la ignorancia”. Por el contrario, Ana María Cortés, Coordinadora área Mercosur y asuntos internacionales del Ministerio de Desarrollo Social, señala que “cada caso es diferente”, ya que hay refugiados que logran adaptarse muy bien. Baer, por su parte,  esperanzada concluye: “Es importante que contribuyamos a la integración y a no separarlos”.


Los gobiernos deben comenzar a hacerse cargo de los problemas y dejar de mirar hacia el costado, ya que como asegura Terminello, “hay un llamamiento constante desde la ACNUR a los Estados del mundo para que recuerden lo que se han comprometido con respecto a los refugiados”. Igualmente, es hora de comprender que los desterrados son parte de todos  y  que su aceptación es en beneficio de toda la gente  ya que, tal como Guasti expresa, los refugiados  “contribuyen a una sociedad más abierta y más inclusiva”.

jueves, 29 de septiembre de 2011

El debate por la ley de leyes: la inflación en disputa

El presupuesto nacional para el año 2012 parece ser uno de los puntos de contacto entre el oficialismo y la oposición luego de tantas idas y vueltas. Todo indica que podrían ponerse de acuerdo y que salga por dictamen de comisión, aunque ya los diputados opositores advirtieron que la inflación del 9,1 que propuso el jueves en el Congreso el ministro de Economía, Amado Boudou, será el punto más fuerte a debatir ya que consideran que “no se condice con la realidad”. Además, muchos legisladores se enojaron con el economista en la presentación por el “tono electoral” que le dio a su exposición

Boudou en su discurso defendió al modelo aplicado y negó que el crecimiento argentino se deba al “viento de cola”. “Sería iluso creer que lo que pasa en el país no tiene que ver con políticas de Estado”. Los elogios repartidos por el ministro hicieron enojar a los diputados opositores que notaron más un acto partidario que una presentación formal. “Fue solo un monólogo de soberbia y campaña política”, afirmó Miguel Giuberbia, diputado de la UCR por Jujuy y vicepresidente de la comisión de Presupuesto.

El documento estima un crecimiento del PBI de un 5,1 por ciento, tres puntos menos que el año pasado.“Es una posición conservadora, esta más cercano a la realidad, más en relación con lo que esta pasando”, afirmó Horacio Alcuaz, diputado por el GEN e integrante de la comisión presupuestaria. Giuberbi, en cambio, aseguró que “el proyecto del Ejecutivo no se condice con la realidad”.

Asimismo, el Presupuesto marca un aumento de l8,8 por ciento más en el gasto público y un superávit comercial de 8579 millones, mucho más de lo que planteaban los privados. Según el documento, el dólar  rondará los 4,5 pesos y no se prevé una devaluación de la moneda, como muchos economistas habían dicho.

El Ejecutivo contará con libre disponibilidad de las reservas del Banco Central para cancelar la deuda con acreedores privados por un monto de 6800 millones. También buscará extender la prórroga de la Emergencia Económica -vigente desde 2001- y  de los impuestos al cheque y cigarrillos.

Todos los ministerios recibirán aumentos en sus presupuestos. El de Desarrollo Social tendrá un suba del 23 por ciento, el de Educación 17,3, el de Ciencia y Tecnología 15 y el de Planificación 8,3. El de Trabajo ocupará un 38,4 por ciento del presupuesto total de la Nación.

Aunque tanto opositores como oficialistas concuerdan hasta ahora en la mayoría de lo establecido, el punto más polémico es el de la inflación. El documento presentado por el Ejecutivo planea que la suba anual de precios sea de 9,1 por ciento, porcentaje que parece  poco para los opositores. Alcuaz definió como “absurda” a la cifra propuesta por el ministro de Economía, mientras que Giuberbia resaltó que “no es creíble”.

El próximo miercoles se debatirá en la Comisión de Presupuesto, presidida por el kirchnerista Gustavo Marconato, donde también asistirán el secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa  y Roberto Felettii, viceministro de Economía. Tanto la oposición como el oficiliamo pujan porque la “ley de leyes” salga por dictamen de comisión y antes del recambio legislativo.“Yo tengo la expectativa que podamos encontrar un punto de acuerdo”, se esperanza Alcuaz.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Billetera mata fan

Discusión en el ámbito musical sobre el campo vip

El sector impuesto por las productoras, que beneficia a los fans más pudientes, ha generado un intenso debate dentro de la gente involucrada con los recitales masivos. Alfredo Rosso, histórico periodista de rock, opina que son “un privilegio ganado a fuerza de billetera”.

Por Alfredo Rosso
             
   Las ventajas del campo vip son más que nada para los que la usufructúan, para los que las aprovechan. El que compra las entradas ve el recital de cerca y el que cobra  va a ganar más plata que si hubiera una entrada única. La desventaja lógicamente es que hay poca gente que puede acceder a los precios que hay que pagar.
   Para algunos puede ser discriminatorio pero depende de la idea que uno tenga de acerca de la discriminación. Para la gente que cree que los recitales de rock tienen que tener una entrada única y que el campo no debería tener divisiones, es claramente discriminatorio. Para la gente que juzga que a mayor dinero debe tener mejor lugar de observación, obviamente es un privilegio ganado a fuerza de billetera.
   Mi objeción principal al respecto es que la gente que va al vip no se sabe comportar  y, encima que tiene una posición privilegiada, se para arriba de las sillas, entonces los de atrás no ven nada. Me parece de pésima solidaridad, es terrible, casi obsceno.
    A la banda lo que le genera es un menor fervor, porque donde hay un campo vip hay asientos y donde hay asientos la gente no  salta.  En realidad este sector  no ayuda generar un clima homogéneo enel festejo  y ese sentido la banda puede percibir que el público más fervoroso está a 150 metros, como ya ha pasado varias veces.
Hay una estrecha relación entre la caída del formato CD y la proliferaciòn de un sector privilegiado en los recitales ya que ahora las grabadoras hacen contratos que se llaman de “360 grados”, lo cual quiere decir que también controlan la parte de las presentaciones de sus artistas.
   Que se haya extendido el campo vip no es un problema de Argentina. Es un tema internacional que existe sobre todo en los recitales de bandas que son “megapopulares”  como Eagles, U2. En general se da con el tipo de rock “adulto”  sobre todo porque tiene un público que se puede bancar pagar 500 dólares. O sea es un fenómeno que no nació en la Argentina pero que se adoptó rápidamente.
   Que la situación cambie depende de los intérpretes, ya que si son bandas más “populares”, la propia existencia del campo vip es una contradicción. O sea, si tenes un artista que se proclama  “de la gente” y acepta que le pongan un corralito de gente que paga entradas terriblemente caras. Pero en otros como Eric Clapton no me parece ilógico, porque nunca fue un cantante que haya hecho un mensaje de tipo populista. Uno demoniza el campo vip pero es algo tan natural como las plateas preferenciales en un teatro. No es una cosa que uno tenga que cargarle un contenido negativo per se. Adquiere un contenido negativo según el grupo en cuestión.
   El rock no tiene un mensaje homogéneo, no dice todo el mundo lo mismo. Ya no es así, y si alguna vez lo fue, que tengo mis dudas, ya no lo es más. Hay grupos que tienen actitud de cambio y otros que tocan buena música y no les importa las diferencias del vip.  El problema está cuando se cree que no debería ser así porque se considera que hay una ideología subyacente que debería abolir ese tipo de cosas.
   Hay que ver que hace la gente al respecto para que las cosas cambien, porque la codicia existe, y existió siempre. Sé que hay una movida para terminar con el campo vip y eso va a demostrar si la gente está en realidad unida. Pero para que eso rindiera efecto tendría que haber una especie de boicot contra las productoras donde la gente no obedeciera.  Tenemos las vías para poner en contacto a la gente, como Facebook y twitter, sólo falta que los fans  actuen como un cuerpo sólido para acabar con el campo vip.

* Testimonio recogido por Nicolás López Becerra, Juan Ignacio Sapia e Iván Hojman.

Contradicción K: juventud y caudillos

Si uno venía dudando de la capacidad de renovación del kirchnerismo, la apabullante victoria de Carlos Soria en la gobernación de Río Negro terminó demostrando a las claras la ambigüedad de la fuerza y la dubitativa predisposición a  ejercer realmente la reforma. Por un lado renueva sus bancas con gente joven de La Cámpora y brega por la participación juvenil en la política, pero por el otro lado, se ata a la suerte de caudillos provinciales de penoso prontuario y hace enfático ese apoyo. Así,  el pragmatismo político típicamente peronista de juntar bichos de todas las huestes,  reemplaza  a la  verdadera voluntad de cambio que proponen en su discurso.

El mismo Horacio Verbitsky en su columna dominical denostó a Soria y pidió por la transformación del kirchnerismo. Lo que cabe recalcar es que el gobernador electo de Río Negro dista mucho de ser una excepción dentro del Frente Para la Victoria, sino que el reciclaje de viejos cuadros políticos es algo usual en la fuerza.  El intendente de Merlo desde 1991, Raúl Otecehé;  el  re-reelecto gobernador sanjuanin Luis Bedder Herrera;  el eterno mandatario de Formosa, Gildo Insfrán;  el dirigente tucumano José Alperovich;  y hasta el mísmisimo Hugo Moyano, histórico secretario general de la CGT, son la prueba fehaciente de que la renovación proclamada en lo discursivo no tiene su correlato en la realidad.

Entonces, la cuestión es que si la renovación no se hace ahora, ¿cuándo va a ser? Si una presidenta con este grado de legitimidad  no puede poner en marcha esa transformación orgánica del partido no puede hacerlo nadie. Si el apoyo de la mitad de los votantes argentinos no da el suficiente respaldo para hacerlo, entonces uno comienza a plantearse si realmente la mandataria quiere ejecutar esa tarea. Nadie dice que sea fácil, pero apoyar tan explícitamente a viejos cuadros políticos distritales es una clara muestra de no querer elaborar esa  regeneración, más cuando  las Primarias mostraron que Cristina Fernández supera en votos y en imagen positiva a muchos de los dirigentes locales.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

La ambición y la ignorancia son las armas de destrucción masiva

"La guerra es el arte de destruir hombres, la política es el arte de engañarlos", explicó el filósofo Jean Le Rond D´Alambert a mediados del siglo XVI. Todo un visionario, si se piensa como en la Guerra de Irak se cumplió a ultranza su premisa, tal como lo muestra el documental Control Room, del director egipcio Jehane Noujaim. Allí, en ese conflicto, no sólo hubo bombas cayendo y soldados enfrentándose entre sí, sino que hubo centenas de miles de civiles irakíes  que murieron por la voluntad intempestiva de los poderosos estadounidenses, guiados por la ambición y la ignorancia.
  
Realmente tenía razón el pensador 300 años antes, sin siquiera imaginar que este hecho ocurriría. En esta contienda se vio claramente como la ciencia y la tecnología se combinaron para destruir hombres. Se calcula que entre 150 mil y un millón de personas murieron. Pero no sólo se asesinaba, sino que a la vez el gobierno de George W. Bush engañaba. Vendió que la guerra era para "liberar al pueblo iraquí"  e instauró ese pensamiento en la sociedad norteamericana, única capaz de deslegitimar el conflicto. 
    
Asimismo en su discurso del Comienzo de la Operación Libertad Iraquí, del 22 de marzo de 2003,  anunció que iban a "desarmar a Irak de armas de destrucción masiva, para terminar con el apoyo de Saddam Hussein al terrorismo", cuando hasta el día de hoy ese armamento no se ha encontrado en el país árabe. De igual modo,  Hussein  no tenía contacto con Al  Qaeda, tal como lo comprobó el FBI luego del interrogatorio a Tarik Asis, representante oficial iraquí en el extranjero y Ministro del Exteriores. Es más, el dictador  detestaba a Bin Laden y sus compañeros.
  
Más allá de los datos duros de la guerra, esta contienda fue el punto culmine de  la  opulencia  que Estados Unidos venía mostrando desde el fin de la Guerra Fría. El país americano  exhibió su poder al mundo -desatendiendo las órdenes del Consejo de Seguridad de la ONU- y  enseño que su ambición puede más que cualquier otra voluntad para ir en busca del único objetivo de la invasión: el  petróleo.
   
Estados Unidos tomó una causa justa- la libertad y la democracia- pero  con fines impuros. Hoy, ya anunciada la retirada final hasta diciembre, muchas voces dicen que dejarían 3 mil soldados. Aunque,  por las dudas, controlan todas las petroleras e  hicieron un embajada como un castillo.   A Irak,  su "liberación", le costó muchísimas vidas y es ahí lo deleznable del asunto.  Los "yankis", por su parte, hicieron algo muy difícil: convertir la vida de los iraquíes  más miserable que cuando estaba el dictador.

domingo, 18 de septiembre de 2011

La implicancia política del Show-lender

   Como faltaban escándalos políticos en la Argentina, ciertos diputados opositores no quisieron que la población se pierda de esos jugosos y divertidos casos y decidieron darle un nuevo capítulo a la novela de Sergio Schoklender.  No alcanzaba con que la Justicia, tal como lo marca nuestra República, se encargue, entonces decidieron ser ellos los que tomen el mando de la cuestión.  Por eso,  el jueves, a pedido del bloque duro de opositores –Peronismo Federal, UCR y PRO-, el ex apoderado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo fue a dar explicaciones al Congreso sobre las acusaciones que recaen sobre él: malversación de fondos públicos y lavado de dinero. Las comisiones que lo recibieron fueron la de Asuntos Constitucionales , presidida por la peronista federal Graciela Camaño, y la de Vivienda, comandada por el radical Hipólito Faustinelli.

   Entre las acusaciones más fuertes que dijo el imputado ante los congresistas fue que el funcionario de la Secretaría de Inteligencia (ex SIDE) Fernando Pocino fue a verlo para decirle que el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, había dicho que termine con sus denuncias sobre los desvíos del dinero. Asimismo, acusó al kirchnerismo de utilizar a la fundación como una “caja política”, que entre otros fines, financió la campaña de Amado Boudou  y Abel Fatala en la Ciudad.

Ante tamañas denuncias, la voz que no podía faltar era la de la presidenta de Madre de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini. “Está atrapado, sin salida. Ya no sabe más que hacer que mentir y difamar. Miente, miente, miente asquerosamente”, exclamó en una entrevista radial y  desestimó categóricamente las acusaciones hechas por el ex apoderado de su fundación. En tanto, Hebe también ha sido invitada a un plenario con los diputados opositores, aunque ya aseguró que no irá.

   Si bien lo de Schoklender tiene una clara vinculación con el Gobierno, en cuanto a que éste último debía auditar los planes de vivienda,  a lo que más a suena este caso es a que ciertas oposiciones, ante el horripilante resultado en las PASO, quieran dan un manotazo de ahogado y tratar de raspar votos de donde sea incriminando al kirchnerismo. Ojo, quizás casos de corrupción no falten en el Ejecutivo, pero sin dudas éste se muestra como una estrategia política, más parecida a una chicana vil que a una búsqueda honesta de justicia.  Sobre todo cuando las acusantes más fuertes son la diputada Camaño, esposa de Luis “declaraciones juradas en blanco” Barrionuevo,  y la “Piba” Bullrich, maestra en el arte de cambiar de partidos. En política nunca falta el “haz lo que yo digo pero no lo que yo hago”.

   La oposición ya venía tanteando por donde entrarle al oficialismo y bajarlos un poco del caballo de la victoria. Primero se esperanzaron con que el  lío de los departamentos de Zaffaroni  los haría tambalear, luego algunos hablaron del fraude electoral y remataron con la citación de Schoklender. Parecen no haber aprendido de la historia de Elisa Carrió: la política no se hace sólo con denuncias. Ante la falta de planes propositivos, ciertos opositores prefirieron despotricar antes que ofrecer. Hasta que no se cuente el último voto el 23 de octubre no se sabrá cómo les fue, aunque ya las PASO les hayan advertido que ese no era el camino.

   Si se ve los guarismos de las Primarias, sería raro que la estafa del ex apoderado de Madres tenga relevancia a nivel eleccionario. Inclusive, varias encuestas arrojan que la Presidenta crecería tres o cuatro puntos  porcentuales, mientras que Hermes Binner  segundearía llegando casi al 20. En cambio, y paradojalmente, los sectores más acérrimos a la denuncia perderían cierto caudal de votos de su ya pobre cosecha.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Caso Schoklender: siguen las controversias

   Se puede creer, si se quiere,  que la Justicia no funciona –cómo se vio en la absolución del ex presidente Carlos Menem- , pero de ahí a aseverar que los diputados son los capaces de juzgar a un imputado, es otra cosa. Lo cierto es que el ex apoderado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, Sergio Schoklender, acusado de malversación de fondos públicos y lavado de dinero, se dio un paseo el jueves por el anexo de la Cámara Baja para dar explicaciones ante los legisladores opositores y un puñado filo-oficialistas.
   
   Las comisiones que lo recibieron, a puertas cerradas,  fueron la de Vivienda, presidida por el radical Hipólito Faustinelli, y la de Asuntos Constitucionales comandada por la peronista federal Graciela Camaño.  Allí, Schoklender brindó explicaciones, ante una veintena de diputados del bloque duro opositor– Peronismo Federal, UCR, PRO- que lo habían llamado,  acerca del uso de dinero proveniente del Estado en el plan de viviendas Sueños Compartidos.

   “Hay funcionarios involucrados en los dichos y en la documentación. Es imprescindible que la Justicia le dé a esta causa el impulso que le debe dar y no el impulso que el Ejecutivo le está fijando”,  enfatizó Camaño,  a lo que el diputado por el Frente Amplio Progresista, Alberto Macaluze, le respondió que si el ex apoderado de Madres  “puede mentir ante la propia Justicia para no autoincriminarse”, por qué debería decir la verdad en el Congreso.  E ironizó: “Llamar a Schoklender para hablar de viviendas, es como llamar al Gordo Valor para hablar de piratas del asfalto”.

   Entre las acusaciones más fuertes que dijo el imputado ante los congresistas fue que el funcionario de la Secretaría de Inteligencia (ex SIDE) Fernando Pocino fue a verlo para decirle que el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, había dicho que termine con sus denuncias sobre los desvíos del dinero. Asimismo, acusó al kirchnerismo de utilizar a la fundación como una “caja política”, que entre otros fines, financió la campaña de Amado Boudou en la Ciudad.
   
   Ante tamañas denuncias, la voz que no podía faltar era la de la presidenta de Madre de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini. “Está atrapado, sin salida. Ya no sabe más que hacer que mentir y difamar. Miente, miente, miente asquerosamente”, exclamó en una entrevista radial y  desestimó categóricamente las acusaciones hechas por el ex apoderado de su fundación. En tanto, Hebe también ha sido invitada a un plenario con los diputados opositores, aunque ya aseguró que no irá.
  
   Aunque en la Argentina de estos tiempos los cambalaches políticos no faltan, el caso Schoklender ha sacado a la luz varios interrogantes. ¿Por qué debería un imputado dar explicaciones ante el Congreso  si en realidad debe hacerlo en la Justicia? ¿Es esta una chicana política de ciertas oposiciones para desestabilizar al Gobierno luego de  la arrasadora victoria en las Primarias o realmente están buscando justicia y combatiendo la corrupción? Por lo pronto, tal como mostró la absolución de Menem y los otros 17 acusados en el tráfico de armas, los juicios que comprometen al poder político están llenos de obstáculos y –casi- siempre terminan en impunidad para varios de los involucrados.



martes, 13 de septiembre de 2011

La Justicia más ciega que nunca

Si uno ya venía dudando de la idoneidad de la Justicia argentina hasta hoy, la absolución del ex presidente Carlos Menem dio un gran paso para llegar al descreimiento total de las entidades judiciales. Tanto el senador, como su ex cuñado y asesor Emir Yoma;  el ex ministro de Defensa, Oscar Camilión y otros 15 imputados fueron encontrados inocentes por el Tribunal  Oral en lo Penal Económico 3 por la causa que investigaba la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia.


En el juicio que comenzó en octubre de 2008 y declararon 383 testigos, al actual senador por La Rioja se lo había imputado por el tráfico de 6.500 toneladas de armas y municiones entre los años 1991 y  1995 declarados con destino a Venezuela y Panamá -donde el ex presidente firmó los decretos-  pero que en realidad habían ido hacia el Ecuador  y Croacia. Ninguno de los dos países podía recibir armamento, ya que el país del meridiano  mantenía un conflicto limítrofe con Perú  donde Argentina era garante de paz; y el Estado de Europa Central mantenía un embargo de la ONU por la guerra civil.


Más allá de los detalles técnicos de la causa, este caso abre de nuevo el debate acerca de cómo funciona la Justicia en nuestro país. A raíz de los hechos queda claro como la ley funciona distinto según la condición social que se tenga, donde la justicia pasa a ser un privilegio de los ricos más que un derecho de toda la ciudadanía. ¿Cómo puede ser que ningún funcionario menemista, salvo María Julia Alsogaray,  esté siendo investigado, encausado y condenado por enriquecimiento ilícito? Recordemos que lo que robaban, nada más y nada menos, era dinero del Estado, es decir, de todos. Y, para colmo, este juicio a Menem llegó 16 años después del hecho, un dato para tener más que en cuenta.¿Hay justicia cuando llega tarde?


Y a partir de esto, donde vemos que las personas con cargos públicos gozan de un desapego de la ley, de una alevosa impunidad, es interesante  plantearse dónde quedaran los casos Schoklender, Antonini o Jaime, por ejemplo. También es saludable sopesar por qué como ciudadanos seguimos permitiendo estas diferencias en cuanto a la aplicación de la normas. 


El mismo presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricado Lorenzetti, declaró la semana pasada que hay que renovar el sistema judicial argentino, construir más tribunales orales, poner más jueces, agilizar las causas menores. La Justicia en la Argentina se encuentra en crisis, es hora de tomar acción. No hay una sociedad sana posible si no hay un apego al derecho en tiempo y forma.









martes, 6 de septiembre de 2011

¿Una nueva etapa en América del Norte?

Tras décadas de intromisión militar, política y económica que configuraron el eje central del desarrollo de los países  de América del Norte, Estados Unidos comienza en la era Obama a replantearse las relaciones bilaterales que tiene con la región. Aunque la presencia norteamericana sigue presente en las naciones vecinas, distintos hechos coyunturales obligan a cambiar las estrategias de la política exterior.

“Estados Unidos está en un proceso de contracción. La plata indica el alcance de la política exterior”, indicó el politólogo, Juan Battaleme, refiriéndose a cómo la crisis económica mundial modifica las acciones bilaterales estadounidenses. Aún así, reconoció que “interviene porque esta relacionada su seguridad territorial”.

“Hoy Estados Unidos no interviene directamente pero por el dinero que pone, los tipos de alianza que tiene, la ayuda económica y la compra de productos a los otros países, hacen que tenga influencia política”, sentenció el escritor del paper “Demócratas Vs. Republicanos: La próxima política exterior norteamericana”

En ese sentido, el Consejero de América del Norte de la Subsecretaría de Política Exterior de Relaciones Exteriores, Carlos Mascías, afirmó que “hoy por hoy el comercio es lo que hace que Estados Unidos sea fuerte en la zona”. La base la influencia norteamericana es un poco comercial, otro poco migratoria y  otro poco el narcotráfico, temas cruciales de la política estadounidense en la región.

Legitimando la intervención estadounidense en la zona por temas de violencia y drogas, el subsecretario de Asuntos Políticos del Departamento de Estado de la Asamblea General de la OEA, Joe Burns, declaró el 8 de junio que “las amenazas a la seguridad de los ciudadanos con frecuencia provienen del crimen transnacional. Ningún gobierno puede enfrentar solo a los delincuentes internacionales. Trabajando juntos podemos respaldar los esfuerzos nacionales y crean nuevas medidas colectivas para combatir la delincuencia en todas sus formas”.

“Los países se mueven siempre vigilados por Estados Unidos, por lo que tampoco les conviene entren en conflicto, ya que le sirve tenes un vecino poderoso (económicamente)”, aseveró el investigador del Observatorio de México del Centro Argentino de Estudios Internacionales (CAEI), Martin Vuono.  Y agregó: “Estados unidos  quiere mantenerlos bajo su esfera de poder”.

La crisis económica mundial, que cada día se mete más hondo en la vida diaria de los norteamericanos generando cada vez más desempleo y pobreza, derivó en un pedido multitudinario y unánime de varios sectores importantes de Estados Unidos para que el país retire sus ejércitos de lugares innecesarios que no presentan beneficio directo alguno.

“De parte de la sociedad hubo un pedido de contracción de las tropas en el mundo. Que se ocupen del trabajo y el acceso al crédito dentro de EEUU. Muchos sectores reclamaron a la administración que vuelvan las tropas del mundo porque son injustificadas”, afirmó Mascías, ex jefe de Gabinete de la Embajada Argentina en Washington.

 En ese sentido,  el  politólogo de la Sociedad Argentina de Análisis Político, Adolfo Rossi, aseveró que el gobierno estadounidense “se está dando cuenta de los límites del modelo y las nuevas demandas que surgen de la población”.

El gobierno de Barack Obama se dio cuenta que las fronteras ilimitadas que pretendían las administraciones de Clinton y Bush son imposibles en el mundo de hoy. El primer mandatario ha dado pasos  que mejoran la relación bilateral con Cuba, tema central de la región. El levantamiento de muchas restricciones,  el envío de remesas, el viaje de familiares, el intercambio postal y una mayor liberación de compañías que puedan favorecer las comunicaciones por Internet son entre otras medidas las que tomó el estado norteamericano para mejorar la tensa relación.

“Las medidas ayudan a mejorar poco a poco la relación entre Estados Unidos y Cuba, tan tirante desde el bloqueo del siglo pasado. Obama esta abierto a hablar con los países enemigos”, aseveró Natalia Mercado investigadora de Cuba y la región Caribe del CAEI.

Aunque el gobierno estadounidense tomó cartas en el asunto, según Mascías los cubanos residentes en Estados Unidos ejercen “mucha presión para que el bloqueo se levante” al igual que el ciudadano común, que entiende que “hay  levantar eso que no es de esta época, sino de una pasada”. Asimismo reconoció que un factor importante es que  grandes multinacionales piden nuevos campos para sus inversiones: “Hay un lobby muy grande dado por el comercio, de empresas que quieren que se habra el movimiento comercial con la isla, porque ven oportunidades, negocios e inversiones en la isla”.

En contraposición, Sybil Rhodes, politóloga norteamericana, advirtió “sigue habiendo mucha presión política en contra de la idea de liberalizar la política hacia Cuba”, aunque reconoció que de seguir en este camino “podría beneficiarse mucho diferentes secotres de EEUU, especialmente el turístico”.

“La apertura cubana va a influir en que va a haber más inversiones de México, que alguna vez estuvieron vetadas, y también va a afluir capital brasilero”, afirmó Battaleme. Asimismo, Rossi, pronosticó que los cubanos “comenzarán a montar sus propias pequeñas empresas”.

Aunque en los últimos años la presencia estadounidense en la región parece haberse retrotraido, sectores más radicalizados de los distintos países advierten que esto no sería así. Gilda Rivera, periodista y militante del frente nacional de resistencia popular de Honduras, advirtió que en el golpe de estado del 2009 que depuso a Manuel Zelaya, “la embajada de Estados Unidos contribuyó a montar la estrategia política y militar”, y que, además, “brindó asesoría post golpe a la oligarquía en el poder”.

“La readmisión de Honduras en la OEA permite legitimar a nivel internacional el poder tomado por la fuerza por la oligarquía nacional vinculada directamente a la cúpula política, militar y económica de Estados Unidos”, continuó su crítica Rivera, en este caso, contra la medida de la Organización de los Estados Americanos que decidieron el 2 de junio volver a tener entre sus integrantes al país centroamericano.

Con las nuevas medidas de Obama, el pedido de diferentes sectores por cambiar el trato bilateral y la crisis económica como factor determinante, América del Norte comienza a vislumbrar una nueva etapa de su desarrollo. Aunque por historia y actualidad, la volatilidad de los vínculos entre los pueblos de la zona invitan a dudar. ¿Será tiempo de mejores  relaciones entre las naciones o sólo será por un tiempo y volverá Estados Unidos a manejar tiránicamente la región?

*Trabajo realizado junto a Juan Ignacio Sapia, Nicolás López Becerra y Nicolás Rosental.

El libro clave de la Revolución Rusa

   Mucho se ha hablado de la Revolución Rusa, uno de los acontecimientos más trascendentales del siglo XX, aunque nunca nadie lo hizo como John Reed en  su célebre libro de 1919 Los 10 días que estremecieron al mundo. El autor, que estuvo presente durante todos los hechos que ocurrieron en la gélida Rusia durante octubre de 1917, narra detalladamente, a la manera de una crónica periodística, todos  los  sucesos y el clima epocal que se vivía en aquel entonces.

   John Silas Reed  (1887-1920) fue  un periodista  y poeta  estadounidense, casado la escritora  feminista Louise Bryant. A pesar de ser foráneo supo captar  de manera extraordinaria la esencia de lo que fue la Revolución de Octubre, tal como lo aclara el mismo Lenin en el prólogo del libro: “Quisiera que este libro fuese distribuido por millones de ejemplares y traducido a todas las lenguas, ya que ofrece un cuadro exacto y extraordinariamente útil de los acontecimientos que tan grande importancia tienen para comprender la revolución proletaria”.

   Si algo diferencia este libro de  otros sobre el tema es que el autor a través de la descripción del ambiente y de los personajes logra que el lector sienta que es parte de la revolución. Las imágenes sensoriales  y la especificación de los distintos personajes que van apareciendo permiten que quien lea este texto sienta una inconfundible cercanía con los acontecimientos, como si pasaran hoy en día. Es esta cualidad de la narración, lo contado a través de la experiencia de Reed, la que hace comprensible  la tan intrincada circunstancia en la que se desarrollo la revuelta de los bolcheviques en Rusia.

   Aunque la revolución está contada en detalle a través de pequeñas reseñas y entrevistas, Reed no pierde la oportunidad en ningún momento de aclarar cómo se va desarrollando el panorama general. A través de la cita de discursos de los múltiples grupos como los del Comité Militar Revolucionario de Trotzki y Lenin, o  con los comunicados de Kerenski y los kadetes, el autor va esquematizando paso a paso como se van conformando las diferentes fuerzas durante todo el recorrido de la revolución, la contrarrevolución y el asentamiento final de los bolcheviques en el poder.

   Los 10 días que estremecieron al mundo es uno de los libros fundamentales para comprender la Revolución Rusa y su implicancia en Rusia y a nivel internacional. Y, además de ser un libro histórico, logra lo que cualquier narración buena debe alcanzar: mantener atrapado al lector hasta el final y hacer que seguir la lectura de los capítulos sea una necesidad más que opción.

viernes, 2 de septiembre de 2011

La democracia, ¿fin o medio?


   Los seres humanos necesitamos siempre contar con un cierto bagaje de ideas seguras, intocables, altivas, para mantenernos confortables en un mundo lleno de incógnitas. Necesitamos contar con la seguridad de que algo es así y sólo así para no tener que preguntarnos acerca de ello y, por qué no, encargarnos de cosas más importantes en la vida. Uno de estos conceptos indiscutibles que tenemos los hombres occidentales modernos es la democracia. La democracia representativa es hoy en nuestro inconsciente colectivo el mayor logro político, la cúspide de la soberanía popular, la cumbre del poder del pueblo, el máximo esplendor de la libertad o, simplemente, elegir cada cuatro años cierta gente de cierto extirpe social, meter la boleta con su cara y nombre y esperar con los ojos cerrados que por favor cumpla aunque sea un poquito de lo que prometió que haría.

   Sinceramente no busco hacer de este texto una apología a la quiebra del estatus quo, o que se agarre un machete y se salga a matar a los burócratas. No, para nada, sólo intento compartir un pensamiento que me viene rondando la cabeza desde hace tiempo y me pareció interesante como para repensar nuestra sociedad. Muchas veces hemos oído exclamar: “Si, la vida es una mierda pero hay democracia”, “si, hay pobres y gente que se muere de hambre pero por lo menos hay democracia”. Frases como ésta, tan arraigadas en nuestra oratoria como en nuestro pensamiento, muestran a las claras como tomamos a la democracia. Pensamos que la democracia es el fin y no el medio.

   Discúlpeme señor Alfonsín pero, a la vista de los acontecimientos recientes, usted se equivocó. Con la democracia no se come, no se educa ni se cura. Podría ser, pero no es condición sin equa non que haya democracia para asegurar esos derechos, sino mire el devenir democrático de nuestro país. Un saludo querido Raúl, que en paz descanse. Volviendo, la idea es esta. El enaltecido sistema político actual no es la solución sino el instrumento para llegar a ese fin que es, la tan peronísticamente aclamada, “justicia social”.

   Dentro de la democracia configurada como hoy la vemos elegimos entre un rico que puede a llegar a tener complacencia por los más desfavorecidos, otro rico que los va a reprimir y otro que intentará de invisibilizarlos. Más o menos por ahí andamos. Además, esos ricos no quieren que el pueblo se meta en sus asuntos, porque si piden, van a pedir lo que les corresponde, por lo tanto les dan un poquito y listo el pollo. Mientras, obviamente, los mantienen trabajando en condiciones abusivas para que no se les ocurra pensar, faltaba más.

   En cuanto a nosotros, los ciudadanos comunes – no ricos, no detentadores de poder-, quedamos allí, inertes, mirando como la política, ese ente que nos pintaron lejos y complicado, pasa por delante de nuestros ojos sin poder siquiera tocar o lamer un poquito de ese gran poder. Inclusive, mediante la legislación nos obligan a ir cada cuatro años a ratificar su accionar injusto y terminamos eligiendo entre Guatemala y Guatepeor.
   Como construcción social debemos revisar la democracia, es perfectible, si el humano la construyó tiene que ser él mismo quien vuelva a reformarla para que se democratize. El sistema político que tenemos ahora es el menos democrático dentro de las democracias. No hay ni asambleas barriales, ni plebiscitos, e, inclusive, como una tomada de pelo, nos mandan a seleccionar candidatos ya elegidos a dedo por los propios partidos. Yo entiendo que es un proceso complicado y hay muchos intereses de por medio para que esto no se llegue a concretar, pero en vez de pensar que “menos mal que tenemos democracia”, tendríamos que crear un proyecto que busque cómo hacer que la participación política llegue a más personas. Y me refiero a la real participación, no aplaudir al líder por su linda oratoria. Me refiero a ensuciarse las manos en la construcción del bienestar común, a pensar y repensar las maneras para que todos seamos parte de lo mismo, para valernos de nosotros mismos y no de representantes que piensen y obren por nosotros –cuando quieren-. Asimismo propongo crear instancias de fiscalización y auditoría pública, ¿por qué no puedo ver los números que utiliza el Estado para hacer tal o cual cosa?, ¿por qué sigue habiendo tanta burocracia para acceder a cosas públicas? En fin, preguntas como estas tenemos miles y quizás algún día tengan respuesta. O quizás no, y sigamos pensando que esta es la mayor construcción política que el hombre puede alcanzar y listo. Sálvese quien pueda.

   Para finalizar quiero decir que la democracia como la conocemos hoy no es más que otro sistema más para que los ricos detenten el poder, salvo que esta vez, los mismos oprimidos creen que tienen la soberanía. Invito a pensar, reflexionar, criticar o lo que quieran acerca de la democracia como la vemos hoy y cómo la podríamos mejorar. Perdón a los más sensibles, fue un día muy trosko el de hoy...